lunes, 30 de mayo de 2011

Comentario de texto de Descartes

Así, a causa de que nuestros sentidos nos engañan algunas veces, quise suponer que no había ninguna cosa que fuera como las imágenes que ellos nos transmiten de esa cosa. Y como hay hombres que se equivocan al razonar, incluso en cuanto a las cuestiones más simples de la geometría y cometen en ellas razonamientos falsos, juzgando que yo estaba expuesto a equivocarme como cualquier otro, rechacé como falsas todas las razones que había tomado antes por demostradas. En fin, considerando que todos los pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos nos pueden venir también cuando dormimos, sin que haya ninguno que, por tanto, sea verdadero, resolví fingir que todas las percepciones que hasta entonces habían entrado en mi mente no eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños. Pero enseguida me di cuenta de que, mientras quería pensar así que todo era falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese algo. Y notando que esta verdad pienso luego existo era tan firme y tan segura que hasta las más extravagantes suposiciones de los escépticos no eran capaces de hacer tambalear, juzgué que la podía recibir sin escrúpulo como el primer principio de la filosofía que buscaba.Descartes, R., Discurso del método, IV

Contexto:
Filósofo y científico francés del siglo XVII. Fue uno de los iniciadores del racionalismo y de la filosofía moderna. Considera que el fundamento de todo conocimiento tiene que estar en la razón.

Tema:
¿En qué consiste la duda metódica?

Ideas principales:
-La duda metódica consiste en dudar de de los sentidos, de la razón y no saber distinguir la vigilia del sueño.
-Esa duda concluye en una certeza: pienso, luego existo.

Relación entre ellas:
Las ideas del texto están relacionadas en tanto que son una explicación de la duda cartesiana con la que rechazan conocimientos poco fiables con el objetivo de llegar a una verdad evidente. Esta será la conclusión del texto, esa verdad servirá como fundamento, como principio de la filosofía.

Explicación:
Descartes defiende la autonomía del conocimiento humano con respecto a la fe o a las Sagradas Escrituras y afirma que la verdad de una proposición depende solo de la razón. No debemos admitir ninguna autoridad ajena al propio entendimiento.
En su búsqueda de un saber firme e indudable, el hombre tiene como único apoyo la luz natural de la razón. En ella debemos hallar las verdades elementales a partir de las cuales sea posible construir el edificio entero del saber.
Para Descartes, será fundamental encontrar un punto de partida, una verdad absolutamente cierta, dado que su ideal de ciencia es la matemática, una ciencia deductiva que parte de principios ciertos y evidentes.
Con el fin de encontrar esa verdad, propone su duda metódica rechazando todos los conocimientos de los que es posible dudar. Esto significa que todo lo que no es un conocimiento seguro, no puede servir como principio de un saber definitivo.
Hay tres niveles de duda: la información de los sentidos, las demostraciones científicas y el mundo real, pero la propia duda nos dirige a la primera verdad: "pienso, luego existo".
Esta verdad se halla en la razón y sirve como base de un saber firme porque es indudable y nos ofrece los rasgos de cualquier otra verdad. De ella se deduce el criterio de certeza: todo lo verdadero es evidente, es decir, claro y distinto.
Desde la existencia del yo pensante y de la idea innata de infinito, Descartes llegará a la existencia de Dios, y de esta, a la del mundo real, las tres sustancias que forman la realidad cartesiana: infinita (Dios), pensante (yo) y extensa (materia).

Vigencia:
Hoy en día no es vigente, no dudamos de si existimos o no: somos empiristas. Por otra parte, en la actualidad confiamos mucho más en la información de los sentidos. También hay una plena confianza en la ciencia. No importa si desconocemos la demostración o teoría científica que apoya un conocimiento determinado, nos basta con saber que algo tiene un fundamento científico para considerarlo definitivo, indudable.
Además, cabe plantear algunas dudas sobre la primera verdad de Descartes: cuando decimos "pienso, luego existo", hemos de aceptar la existencia del pensamiento, pero tal vez damos por supuesta la existencia del sujeto individual, de ese yo personal compuesto de alma y cuerpo de cuya existencia nunca dudó Descartes.

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